¡Holita, Val!
Me da gusto reencontrarte y mi cariño de siempre, amigo de tardes de poesía.
Y no digas que molestas, niño. Al contrario, tú le pones la gotita de bohemia
a la página cuando escribes y dejas esa estela de poeta a tu paso, dulce
peruano amigo mío.
Estás en tu rincón, adelante.
Xio.