¡Qué belleza de poema!
Parece que retrata almas.
Almas tiernas, sabias.
Almas que amaron ...
Y no encontraron ...
De pronto; las manos vacías,
de protno, de soledad invadida,
pero no es que haya soledad,
es que sólo la brisa queda,
y hay un sol, que asoma,
entre el verdor de las montañas,
da luz, y con ella revive,
árboles, almas que aman,
almas que se creen olvidadas ...
Almas, rodeadas de amigos,
que tienden la mano para decir:
No estás sola, dulce flor,
Aquí, tus amistades esperan,
a que te decidas a salir,
para que el sol ilumine tu faz,
reviva tu corazón a un nuevo amor.
Saludos, amiga Marga.
Recibe desde Monterrey, mi México la rosa de la amistad
que va prendada al alma.
Hasta siempre, amiga.
Bello poema ...