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General: Anónimo.
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De: Toni (Mensaje original) |
Enviado: 19/02/2011 21:56 |
Que cómo fue, señora...? Como son las cosas cuando son del
alma. Ella era linda y él era muy hombre, y yo la quería y ella me
adoraba; pero él, hecho sombra, se me interponía y todas las noches
junto a la ventana fragantes manojos de rosas había y rojos claveles y
dalias de nácar. Y cuando las sombras cubrían las cosas y en el ancho
cielo la luna brillaba, de entre las palmeras brotaba su canto y como
una flecha a su casa llegaba. ¡Cómo la quería! Cómo le cantaba sus ansias de
amores y cómo vibraba con él su guitarra. Y yo tras las palmas con rabia
le oía y entre canto y canto colgaba una lágrima. Lágrima de hombre, no
crea otra cosa, que los hombres lloran como las mujeres porque tienen
débil, como ellas, el alma. No puedo evitarlo, la envidia es muy negra y
la pena de amor es muy mala, y cuando la sangre se enrabia en las venas
no hay quien pueda, señora, calmarla... Y una noche, lo que hacen los
celos, lo esperé allá abajo, junto a la cañada; retumbaba el trueno,
llovía, y el río igual que mis venas hinchado bajaba. Al fin a lo lejos
lo vi entre las sombras, venía cantando su loca esperanza, en el cinto
colgaba el machete, bajo el brazo la alegre guitarra. Llegó hasta mi
lado, tranquilo, sereno, me clavó con los ojos su fría mirada; me dijo:
-¡Me espera?... Le dije: -¡Te espero! y no hablamos más, ni media palabra.
Que era bravo el hombre, cual los hombres machos, y los hombres machos
pelean, no hablan.
¡Cómo la quería...! El machete dijo su amor y sus ansias,
roncaba su pecho, brillaban sus ojos, y entre golpe y golpe ponía su alma.
No fue lucha de hombres, fue lucha de toros, eso bien lo sabe la vieja
cañada, pero más que el amor y el ensueño pudieron la envidia y la
rabia, y al fin mi machete lo dejó tendido sobre su guitarra... No
tema, señora, con cosas pasadas... Todavía en el suelo me dijo llorando:
-¡Quiérela... que es buena...! Quiérela... como yo la he querido
¡Quiérela... que es santa... que aunque muero... la llevo metida en
el alma! Y tuve celos, señora, del que así me hablaba y tuve celos de
aquel que moría y aun muriendo la amaba... Y la sangre cegó mis pupilas
y el machete en la mano temblome con rabia y lo hundí en su pecho con
odio y con furia y rasgué su carne buscándole el alma... Porque en el
alma se llevaba mi hembra... y yo no quería que se la llevara.
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Bello Toni, muy bonito.
Cuando el amor y la pasión se lleva en el alma,
y confundidas ellas en la sangre se baten los hombres,
por una mujer, que a uno de ellos ama ...
Se lleva tatuada en la piel uno al otro,
cuando han compartido la copa de la esperanza,
mezclada en ella, pasión, vida, alma ...
El amor es fuego, el amor es calma,
es magnitud de emociones, ...
Bello, anónimo y lástima que el mérito de los aplausos queden
callados para el autor de tan hermoso poema bravo.
Sitos, Toni Dulce.
Xio. |
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