Por casualidad me encontré esta especie de carta que alguien dirigía a una persona y no sé por qué, casi sin darme cuenta salieron mis letras, es algo que ya estaba escrito y fui mezclado con las mías.
Cualquier parecido con la realiad es pura coincidencia
Amigo mío...
Amiga mía..., yo no soy lo que parezco. Mi aspecto
es sólo un traje que llevo puesto, un traje hecho
cuidadosamente; que me protege de tus preguntas,
y a ti, de mi indiferencia.
Amigo mío…, Sí eres lo que pareces, pero tal vez
te cambiaba, no el traje que llevas puesto, quizás
solo era la forma en que te miraba y te admiraba,
no te protejas de mis preguntas…, jamás las hubo,
y de tu indiferencia… de ésa no he podido librarme
El "Yo" que hay en mí, amiga mía, mora en la casa
del silencio, y en ella permanecerá por siempre,
inadvertido, inabordable.
El yo que hay en ti, amigo mío, va más allá de un
yo, es un ego que mora en tu alma y no en el
silencio, porque es como un grito que corta el
viento.
No quisiera que creyeras en lo que digo ni que
confiaras en lo que hago, pues mis palabras no son
otra cosa que tus propios pensamientos, hechos
sonido; y mis acciones, tus propias esperanzas
convertidas en acción.
Si quise creer y confiar en lo que decías, pero no
eran tus palabras mis pensamientos, es diferente
porque tú estabas en ellos cada instante, no creas
que tus acciones eran mis esperanzas, ¿sabes que
significa una esperanza?... es soñar que tenemos
alas, es creer que hay algo más tras el horizonte,
es esperar que lo que hoy es llanto, mañana será
sonrisa, es que aunque cedan tus velas en un
momento, el alma será un gran barco que surcará
mil mares hasta llevarte al puerto de la esperanza.
Cuando dices: " El viento sopla hacia el oriente", yo
digo: " Sí, sopla hacia al oriente"; pues no quisiera
hacerte saber que mi mente no mora en el viento,
sino en el mar. Tú no puedes comprender mis
navegantes pensamientos, ni me interesa que los
comprendas. Prefiero estar a solas en el mar.
Cuando dices que tu mente mora en el mar y no en
el viento, yo te digo que mi mente vuela con
el viento hasta el mismo mar, y sí comprendo tus
pensamientos, aunque no te interese, eso lo sé,
que si tú estás a solas con el mar, yo pude bailar
con las olas y la brisa me trajo tu voz y al besar en
mis sueños mi imposible horizonte… mi alma fue
coracola, mi corazón coral, y todo mi ser fue mar.
Cuando es de día para ti, amiga mía, es de noche
para mí; sin embargo incluso así, hablo de la luz
del mediodía que danza en las montañas y de la
sombra escarlata que se abre paso sigilosamente
por el valle; pues tú no puedes oír los cantos de mí
oscuridad ni puedes ver mis alas que se agitan
contra las estrellas. Y no me interesa que me oigas
ni que me veas en mí. Deseo estar a solas con la
noche.
Cuando era de noche para mi, amigo mío, no había
oscuridad porque tenía mi sol de medianoche, y
también la luna y una Estrella a la que adoro, así
hablo yo de la luz que se asoma en mis días, y he
oído esos cantos y he visto esas alas, aunque creas
que no sé de ti y aunque no te interese, te
conozco mejor de lo que imaginas y he oído y
he visto que no querías estar a solas con la noche.
Cuando tú asciendes a tu Cielo, yo desciendo a mí
Infierno. Incluso entonces tú me llamas a través
del infranqueable abismo que nos separa: "Mi
amigo del alma", y yo te respondo: "Mi amiga de
letras, de horas muertas", porque no quiero que
veas mi infierno. Las llamas te cegarían y el humo
te ahogaría. Y me gusta mi Infierno; lo amo tanto
al grado de no dejar que lo visites. Prefiero estar
a solas en mi Infierno.
Cuando yo ascendía a mi cielo tantas veces te dí
mi mano para dar un paseo por las nubes y bajé
contigo hasta tu infierno. Y tú me llamabas, a
pesar de ése abismo que dices que nos separa,
mi amigo del alma, de letras, de risas y de poemas.
las llamas no me ciegan, ni el humo me ahoga si
sopla el viento entre dos almas, y si querías estar
solo en tu infierno… ¿por qué me llamabas?...
Tú amas la Verdad, la Belleza y la Justicia; y yo
sólo por complacerte te digo que es bueno amar
esas cosas; pero en el fondo de mi corazón me río
de tu amor por estas entidades. Sin embargo, no
te dejo ver mi risa: Prefiero reír a solas.
Yo amo sí, amo eso que dices, y amo mis sueños y el
mar, y amo la vida… más no repitas como un lorito
que es bueno amar y mucho menos lo hagas por
complacerme, no necesito tu complacencia, sé más
clarito y ríe, que aunque no me dejes ver tu
sonrisa, prefiero saber que ríes a solas y no que
lloras lágrimas de sal con el mundo a tu lado.
Amiga mía, tú eres buena, discreta y sensata; es
más: eres perfecta, y yo a mi vez hablo contigo
con sensatez y discreción, pero... estoy loco. Solo
que enmascaro mi locura. Prefiero estar loco a
solas.
Amigo mío, si que soy buena y discreta y sensata,
perfecta jamás, eso no existe, sería un horror,
aunque a veces la sensatez la dejé en un rincón
por querer compartir, porque no te alejaras…
Y dices que tú me hablabas de la misma manera
dentro de esa locura disfrazada tal vez, pero
quiero saber… la locura que dices tener ¿es poner
mil caretas a la verdad?, mira tu espejo y dime
si lo que ves es un loco que quería estar solo…
Amiga mía,...tú ni siquiera eres mi amiga, pero,
¿Cómo hacer que lo comprendas? Mi senda no es
la tuya y, sin embargo, caminamos juntos, cogidos
de la mano...
Amigo mío… bien sé que no, que jamás como amiga
me has sentido, aunque tantas veces lo escuché de
tu voz, lo he comprendido, no hace falta ni un sola
palabra, y no caminamos juntos y no vamos cogidos
de la mano, tienes razón en decir que tu senda no
es la mía, vas de otra mano y yo me alegro que seas
feliz, que lo hayas logrado a tu manera, sé que la
soledad que a ti se abrazaba te ahogaba, porque
amigo mío, aunque te resulte difícil entender
siempre quise, quiero y querré
que la vida te dé para ti lo mejor.
Alma_Kore