
CANCIÓN DEL MACHO Y DE LA
HEMBRA
¡Canción del macho y de la hembra!
La fruta
de los siglos
exprimiendo su jugo
en nuestras venas.

Mi
alma derramándose en tu carne extendida
para salir de tì más buena,
el
corazón desparramándose
estirándose como una pantera,
y mi vida, hecha
astillas, anudándose
a tì como la luz a las estrellas!

Me
recibes ...
Como al viento la vela.

Te
recibo ...
Como el zurco a la siembra.

Duérmete sobre mis dolores
si mis dolores no
te queman,
amárrate a mis alas
acaso mis alas te llevan,
endereza mis
deseos
acaso te lastima su pelea.

¡Tú
eres lo único que tengo
desde que perdí mi tristeza!
¡Desgárrame como una
espada
o táctame como una antena!

¡Bésame!
¡Muérdeme!
¡Incéndiame!
¡Que yo vengo a
la tierra
sólo por el naufragio de mis ojos de macho,
en el agua infinita
de tus ojos de hembra!
