Bello ...
Muy bello ...
Que de tan bello me has hecho llorar.
Amiga Alma-Kore, Marga a la distancia,
Castilla no está tan lejos, casi toca mi Montaña.
Donde refugio mis sueños, mis versos tontos,
libres, como mi alma. Sin métrica, sin rima,
sin ataduras, como el ave y mis lágrimas,
y las risas que suelen construir sonrisas,
para que puedan otros con las perlas suyas,
tomar y dar a otros, así formar cadenas,
de manos que acaricien almas vacías,
y se llenen con ellas, de esperanzas ...
¿Puedan estar aquí? ¡Sí!
Tumbando ruidos de alabanzas,
gritando aleluyas a sus hermanos,
al amigo, no más guerras, no matanzas,
no más muertes del hermano, duelen, ...
No más gritos de las madres, que la mía,
sé que llora, cuando ve los miedos, ...
Ésos que invaden noche y día ...
¡Sí, noche y día! Sin fronteras, ...
Matan, matan cuerpos, pero más ...
¡Matan mi alma! Que soñaba ...
Con un país mejor, y ahora, miro miro,
mis manos y están vacías, morenas,
asombradas, más con fuerza, con coraje,
soñando como siempre, luchando,
como siempre, luchando, queriendo,
alcanzar el sueño de paz y libertario,
que cada vez, se escurren de mis manos,
los sueños de ella, que no está...
A veces digo, bien que no está y no mirar ...
Lo que destruimos, entre hermanos,
entre mexicanos, ... Estrella, muñeca mía ...
Que te fuiste un día; que te tuve entre mis manos,
que levanté entre sollozos; y yo veía; ...
tu última sonrisa, que invadía mis sollozos,
invadía mi alma; ... y sin embargo; ...
el destello tranquilo, llegaba a mi alma ...
Pero, ... ¡Cuánto te extraño, estrella mía!
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