La vida fue tu sueño,
muchas veces lo alcanzaste,
feliz también, más otras no ...
Con los sueños en tus manos,
partiste un día al encuentro,
persiguiéndolo insistente ...
Un corazón de oro incomprendido,
una inquietud de vereda insospechada,
¿Quién tiene la verdad entre sus dedos?
Rafael, no duermas hoy, no duermas.
Resiste las inclemencias de la vida,
tus ángeles. ¿Qué será de ellos?
Rafael, nocturna estela de luna,
sueña que persigues como quisiste,
la vida palpitando en tus venas.
¡Cuántas veces corriste a mí!
¡Cuántas alegrías me diste!
¿No será que seguías al sol?
La luz de él te dañaron ...
Rafael de los mil sueños,
¿dime, cuántos de ellos alcanzaste?
¿Fue vano soñar despierto?
¡Ah, cuánta soledad tuviste!
Rodeado de tantas rosas, Rafael ...
Tal vez tuviste una, o tal vez ninguna.
Tal vez se te escapó la gloria que buscabas,
pero, hay unas estrellas que esperan,
tus pasos silenciosos con la luz nocturna.
Besos Rafael, sigue el sendero luminoso,
ya me dirás qué hallaste, si vale la pena,
o si vivir es un sueño que quema.
No sé si te debo la vida, o mis sueños ...
Pero mi corazón, te recuerda sonriente,
de tus años de adolescente, de niño ...
Si son muchos los dolores, duerme ...
¿Qué digo que duermes? Ya duermes ...
Escoge si vivir o morir vale la pena ...
Y dime, dime ... ¿Cuál es tu vereda?
Xiomara ...