Yo soy yo, Tú eres tú
lo que éramos la una para la otra
nosotras aún lo somos.
Llámame por mi nombre como siempre lo hacías,
háblame igual que acostumbrabas, no pongas en tu voz,
en tu pensamiento un tono de solemnidad o pena.
Continúa riendo como siempre reíamos juntas...
Reza, sonríe, piensa en mi, pero hazlo sin tristeza.
La vida es lo que siempre significó,
recuerda como siempre fue
el hilo no se cortó
¿Por qué estar fuera de tus pensamientos
solo por estar fuera de tu vista?...
Yo te estoy esperando... pero sin prisa,
no estoy demasiado lejos
sólo... al otro lado del camino.
(Letras sacadas de un texto de S. Agustin, tan sólo cambiando alguna letra y es que me "gustó" tanto que tuve que hacerlo, porque es así como quiero que sea cuando "hablo con mi Madre", cuando siento que ella "me habla"... Tan sólo es así...