Bueno, he estado en capaña.
Mi gallo sigue siendo Andrés Manuel López Obrador.
Asistí al cierre de las dos campañas, el de Quadri y el de AMLO aquí en
Monterrey, para qué no le digan, que no me cuenten, mejor fui. Indudable, hubo mucho más gente, le triplicaba AMLO, y eso que no tiene acarreados,
la gente va de por sí sola. No fui ni cuento el de Pepina ni el de Peña, que es gente acarreada, convenenciera, luego no se quejen cómo anda el país.
Hoy disfruté una charla con jovenes de un Banco al que acudí por la
nómina y había un cruce de conversaciones, el gallo, era el mío, AMLO,
el temor de ellos era el consabido fraude. Pensé que estaba soñando
cuando los escuché, porque generalmente, sobre todo a estos tipos
de empresas, ni escuchar en voz baja estas conversaciones y menos
de la dizque izquierda. En México aunque digan ... izquierdas, ni existe.
Entonces: ¿Cuál es el miedo a la izquierda? Eso lo ha infundido
las comunicaciones al servicio del sistema, nuestro presidente siempre
con etílico a cuestas: Calderón.
En fin, este domingo, a votar todos.
Suerte.