Prevención en hipertensión Arterial.
La mejor solución para cualquier enfermedad en general es la prevención.Evitar una dolencia es siempre menos complicado que su tratamiento y secuelas.Hay numerosos y exitosos estudios de prevención de enfermedad coronaria e incluso de hipertensión arterial.El VI Reporte del Comité Nacional Conjunto ( JNC) de prevención, detección, evaluación y tratamiento de hipertensión arterial (HTA) de los Estados Unidos otorga notable importancia al manejo no farmacológico del paciente que padece de hipertensión.
Modificaciones en el estilo de vida ( dieta, ejercicios, etc.) han demostrado efectividad para disminuir la presión arterial,la mortalidad y el compromiso de órganos, por lo que deberían ser adoptadas por toda la población, incluso sana.
Reducción de Peso.
La reducción de peso es la modalidad terapéutica no farmacológica más efectiva. Es conocida la asociación entre obesidad (especialmente la denominada tipo androide) y la elevación de la presión arterial, así como otros trastornos metabólicos derivados del aumento de la resistencia a la insulina ( diabetes o prediabetes).
Se considera obesos a los sujetos con un peso corporal por encima del 20% del peso ideal para la talla y contextura o al paciente con un índice de masa corporal ( IMC= Peso Kg/ Talla 2 mt)mayor de 30 Kg/m2.
El retorno al peso ideal produciría una revesión de los trastornos metabólicos, así como una disminución de la actividad de los nervios simpáticos ( que aumentan la presión),contribuyendo al descenso de la presión.Una reducción de peso entre 5 a 7 Kg, puede ser suficiente para prevenir la aparición de HTA o mejorar el control de la presión arterial.
Restricción de Sodio
La restricción de sal es la segunda medida más efectiva de estas modalidades terapéuticas.Se requiere de al menos 5 semanas para observar su efecto.Los ancianos responden mejor a esta medida, probablemente porque su presión depende más de la retención de líquidos producida por el sodio contenido en la sal común.Se debe consumir solo 2,4 grs. de sodio, lo que equivale a 6 grs.de sal, para obtener efecto sobre la presión arterial.En casos de de insuficiencia cardíaca o renal se mecesitan mayores restricciones.
Actividad Física.
La actividad física aeróbica regular puede mejorar la reducción de peso y reducir el riesgo de mortalidad cardiovascular.Los individuos sedentarios tienen un 20 a 50% más de riesgo de desarrollar HTA en comparación con los físicamente activos.
Se recomienda realizar de 30 a 45 minutos de ejercicio moderado (por ejemplo, caminar a una velocidad de 3 a 5 km/hora) por día.El ejercicio físico puede ser iniciado de forma paulatina,con 15 minutos diarios de caminata,divididos en 2 veces durante el día,hasta alcanzar los 30 minutos seguidos, evitando que el cansancio sea un determinante del abandono del tratamiento.El ejercicio continuado permite alcanzar un estado de acondicionamiento físico que produce una reducción de la presión arterial, una disminución de la actividad simpática y una mejoría en el metabolismo de la glucosa y la insulina.
Dr.Sergio Mortaloni