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General: CUESTION DE HUEVOS
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| De: KIMAX (Mensaje original) |
Enviado: 11/07/2009 09:07 |
Con los huevos es preciso tener siempre mucho cuidado. Antiguamente, cuando trabajaba en el taller de electricidad de automóvil, era costumbre los sábados hacer un almuerzo en la cocina de la empresa. Cada sábado uno de los operarios se encargaba de hacer unos huevos fritos. Era frecuente escuchar: -Qué tal los huevos de Juan?.
-Estaban muy buenos, pero creo que demasiado gordos, me gustaron más los de José Luis-le respondía la secretaria de administración a la del almacén.
En aquella época Papaoso aún no había entrado a la empresa y los operarios estábamos más tranquilos. No había sobresaltos, ni se quemaban las instalaciones por indebidas conexiones durante su reparación.
Como digo, hay que tener cuidado a la hora de hablar de los huevos, porque echando mano de mi biblioteca de experiencias, ahora que el paso del tiempo a cubierto mis sinsabores con el manto de lo irremediable, recuerdo una anécdota que me sucedió de pequeño. Mi madre me dijo:"-Kimax, baja a la tienda del señor Arturo y dile que te dé 40 duros de huevos". Yo bajé a la tienda pensando en mi amor Chela y por el camino sufrí un laberinto semántico y al llegar a la tienda le dije: -" Don Arturo, de parte de mi madre, que si tiene usted huevos, me dé cuarenta duros".
Don Arturo , que era amable hasta decir basta me dijo: -Toma, guapo, pero dile a tu madre que esa no es manera de pedir las cosas.
También de pequeño, cuando en Zaragoza había tranvías, sucedían cosas muy extrañas. Los tranvías eran muy estrechos y......bueno en otro momento sigo que me están llamando... |
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De: KIMAX |
Enviado: 11/07/2009 09:34 |
Como decía...tranvías estrechos. Un día de mucho calor, yo me subí y me coloqué al fondo. Estaba abarrotadísimo. En la parada de Avda. General Franco, se subió una monjita con una bolsa que llevaba a la altura del bajo vientre, diciendo sin cesar mientras caminaba hacia el fonde del tranvía:" -Cuidado con los huevos, cuidado con los huevos....".
Yo sin pestañear.
Al final un parroquiano con la mayor educación que pudo le dijo:
- "Pero hermana, cómo se le ocurre subir al tranvía abarrotado con una bolsa de huevos?".
A lo que la monjita respondió: -"No son huevos, son alfileres".
Y ya puestos a recordar, también es digno de narrar lo que le sucedió a un conocido empresario de la Zaragoza de hace unos años....pero voy a tratar de ordenar mis ideas porque fue hace tiempo y lo tengo algo borroso...más tarde, o cualquier día loo pongo, lo titularé los huevos 2ª parte, jaja. |
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jajajaja Kimax...aqui estaré esperando con ansias desesperadas(valgame la redundancia)la 2a.-parte...Por favor ponle ganas(huevos), para leerte pronto
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De: Marcu |
Enviado: 12/07/2009 00:48 |
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De: KIMAX |
Enviado: 13/07/2009 09:42 |
Dicho y hecho!. Aquí está la segunda parte de los huevos. Soy capaz de cualquier cosa con tal de dar gusto a mi amiga Orquillita.
Se trataba de un empresario acompañado de su jefe de compras. Nos fuimos a comer. Nada mejor que invitar a comer al jefe de compras y al dueño de la empresa para conseguir un objetivo de ventas. El jefe de compras era un tanto despistado y estábamos comiendo unos huevos escalfados. El dueño me estaba apurando en el presupuesto. Yo sin pestañear estaba atento a cualquier regate de la operación que nos ocupaba mientras saboreaba la comida y en un momento dado se posó una mosca en el plato del jefe de compras. Yo le dije:-Marcelo, se te acaba de posar una mosca en los huevos. Y el ya difunto jefe de compras, Marcelo, instintivamente se sacudió la bragueta con tanto ímpetu que falleció en el acto como consecuencia del golpe.
Con el hueverío no hay arreglo posible. Lo mismo ocurre con las bolas y las pelotas. Lo esférico es siempre peligroso. Yo mismo había alcanzado las semifinales en un torneo de tenis en el real club de tenis de Zaragoza. Si la sinceeridad es una de mis virtudes, he de reconocer que había llegado a semifinales con escasos méritos. Se habían apuntado sólo ocho parejas y la que tenái que oponerse a mi compañero y a mí no se presentó. La encargada de distribuir las pistas se llamaba Juanita y era una aragonesa magnífica y vociferante. Dirigiéndose a mi persona dijo:
-Kimax...tienes pelotas?
Yo, el más apuesto de los tenistas que allí había, turbadísimo por la pregunta...acerté a responder:-De tenis no.
como es lógico perdí la final |
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jajajaja Kimax...si serás tremendo...jajajaja
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De: JFA1 |
Enviado: 13/07/2009 20:30 |
CARAMBA AMIGO KIMAX, CON ESTOS HUEVOS O PELOTAS, BIEN HUBIERA PODIDO CONVOCARTE COSTA, PARA FORMAR PARTE DEL EQUIPO ESPAÑOL PARA LA DAVIS.
UN ABRAZO AMIGO |
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De: Bea1 |
Enviado: 14/07/2009 02:34 |
ja ja ja ja Kimax me has hecho reir con ganas. Todas las historias están muy buenas. |
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jejejjeejejej Kimax, ni los huevos se te escapan
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De: Greys |
Enviado: 16/07/2009 17:37 |
Entonces se te da bien lo de los huevos, prepararlos digo, no me malinterpretes jajaja
Que aragonesa esa tan suceptible, con tus habilidades seguramente tendrias un trofeo mas en tu colección jajaja, eso te pasa por andar pensando en lo que no debes
Como siempre es un placer leer tus interesantes anécdotas
Greys
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Caray cualquiera acepta unos huevos puedes acabar muy mallllll oooooo vete tu a saber
Maite |
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De: RETOÑAR |
Enviado: 17/07/2009 04:08 |
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