Recupera la vitalidad con la ducha escocesa
La ducha escocesa te ayudará a recuperar la energía y mejorar tu estado de ánimo.
Consiste en una ducha que alterna la utilización de agua fría y caliente. Es muy útil para reafirmar la piel y te ayudará a estimular la circulación.
Debes comenzar utilizando agua templada y poco a poco hacer que el agua vaya saliendo cada vez más caliente.
Después se abrirá el grifo de agua fría, se espera unos segundos y se repite la operación varias veces.
La ducha de agua caliente deberá durar el doble de tiempo que la de agua tibia o fría.
Con la ducha escocesa se consiguen efectos tonificantes y estimulantes, conseguiendo un efecto de micromasaje superficial muy agradable.
La ducha escocesa es estimulante, ideal para combatir el estrés, y un exfoliante natural, que contribuye a la eliminación de células muertas.
Para darte una ducha escocesa no es necesario que te desplaces, ya que en tu propia casa puedes realizarla. Si lo deseas también puedes acudir a un centro de spa o balneario, ya que en la mayoría podrás encontrar la ducha escocesa entre sus gama de servicios ofertados.