Cada día una hoja en blanco por escribir.

Cada nuevo día se nos presenta, como una hoja en blanco por escribir, en ella, se va plasmando, todo lo que hemos de vivir...

Los pasos que damos, así como aquello que decimos y pensamos, el papel va llenando, pero no podemos retroceder, ni tampoco borrar, lo que ahí vamos grabando...

Historias de amor, sueños por alcanzar, risas y lágrimas, ahí podemos dejar, cada día puede ser, un capítulo nuevo por escribir, no se puede borrar lo escrito ayer, pero si podemos hoy de nuevo empezar...

¿Quién escribe tu vida? ¿Quién es tu inspiración?.. ¿Eres tu mismo el autor y Dios tu inspirador?..
O eres acaso de los que dejan que otros escriban en ti, para que sean los demás, de tu vida el autor...

¿Quién te dicta las palabras, acaso tu corazón, o dejas que predomine lo que te dice la razón?...
¿Cuál es la historia que sueñas escribir, una que al leerla te haga reír, o haces de tu vida una novela que solo te haga llorar y sufrir?...

Abrir los ojos cada mañana, es tener la oportunidad, de borrar los errores del ayer, empezar de nuevo, escribir nuestra vida, hacer de cada uno de nuestros latidos, letras que otros puedan algún día leer...

Ante cada nuevo día, contemplo una hoja en blanco, que espera ser escrita, con nuestro propio vivir, somos responsables de lo que ahí inmortalicemos, y de las huellas que dejemos para que otros al leer nuestra vida, las quieran seguir...

¿Cuál es la sensación que experimentamos ante un día por vivir? ¿Qué emociones nos invaden al contemplar la hoja en blanco que espera ser escrita por ti o por mí?...
¿Acaso, emoción de sentir que se nos da una nueva oportunidad para hacer de nuestra vida una historia feliz? ¿O incertidumbre de no saber que hacer o que escribir?...

Somos autores de nuestra vida, y Dios nuestra inspiración... tratemos de que cada día podamos escribir un capítulo más de esta historia de amor, donde seamos los protagonistas y hagamos nuestros sueños realidad; para que así podamos tener algún día, un feliz final...