Tantos caminos...
Tantos caminos... Tantas elecciones...
Pero, si recuperas el aliento, encuentras tu corazón
y en él el camino a seguir. No te perturbes con
pequeñas cosas que parecen tener el poder de
hacerte sufrir. Cuando no alimentas las hierbas
dañinas con tu agua sagrada, estas pierden
cualquier valor y pasan como
los vientos, como los días...
Siente la preciosa alegría de estar bien,
en armonía contigo y con todo que te
rodea. Se queda con la
simplicidad, con el respeto al tiempo de cada
acontecimiento. Alimenta lo que te hace bien
y deja para tras todo que obscurece tu conciencia,
tu intuición,tu amor en relación a
la vida y a ti mismo.
Prosigue atento a lo que te habla el corazón.
No te descuida a ti. Es a través de la atención
que llegas al silencio y es en el silencio que
encuentras equilibrio, paz de espíritu, contentamento
y amor. Cuando estuvieras en este lugar, sepas que
llegaste a tu corazón, y cuando en su presencia, no hay
lo que temer, sólo amar y sentir que lo grande es muy
simple y lo pequeño, también....
D/A
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