Amistad es una palabra bien
pequeña
Amistad es una palabra bien pequeña, pero nunca
viene sola.
Ella da siempre la mano con el cuenta
conmigo,
estoy aquí, si necesitas, me llamas.
Estoy feliz por ti, vibro por
ti, si necesitas un hombro, tengo dos.
Pienso en ti, me agrado de ti, te estoy
oyendo, no te olvido,
aunque no nos hablemos todos los días...
Amistad es ese amor misterioso y placentero
del
corazón dividido y unificado al mismo tiempo.
¿Quién puede entender que el
corazón pueda amar tanto y a tantos?
El corazón de un amigo es un mapamundi donde cada uno se encuentra en algún
lugar,
pero todos hacen parte del mismo globo.
Diferentes, especiales e importantes, cada uno con su manera.
Y
son en las diferencias que nos completamos, en las desavenencias
que aprendemos
el perdón, la paciencia y la humildad.
Ser amigo es saber aceptar que los demás no sean iguales
a nosotros,
pero que sus valores pueden enriquecer aún más lo que tenemos
y amarlos a pesar de las diferencias,
como se ama una rosa con espinas, pero no
menos bella.
Solo no es quien no tiene a nadie; solo es quien no tiene un amigo.
Poco importa saber en que parte del mundo se encuentran nuestros amigos
si
podemos sentir en el alma que, dentro de nosotros y dentro de ellos,
hay un espacio
reservado que nada más podrá llenar.
Amistad, dulce amistad...
Si somos dos, unidos
seremos un lazo fuerte.
Si somos muchos, seremos una cadena que nada podrá
vencer.
H.M.C.