La denominación canto gregoriano (también conocido como canto llano) procede de atribuirsele su origen al Papa San Gregorio Magno, siendo una evolución del canto grecorromano con influencias del canto galicano. Debe aclararse y entenderse que el Canto Llano o Gregoriano no es inventado por el Papa Gregorio Magno, éste ya existía desde hace tiempo, pero el guía católico lo difunde y desarrolla dándole su nombre a este canto ancestral.