Callaré…
si callaré, me quedaré en silencio,
y seguro que las voces escondidas
hablarán por mi, ellas quizás podrán decirte
las veces que se cruzaron nuestras miradas.
Callaré…
cerraré mis ojos a tu inexperta censura,
aunque se agrave más la verdad, porque nunca
podrás saber que mis pensamientos
han sido nítidos, como la luz en el cristal.
Callaré…
me iré consumiendo por dentro amargamente
y jamás llegarás a imaginar como duele
el tenerte a mi lado sin mirarme, ni dialogar.
Se irá apoderando en ti el dolor de no tenerme.
Callare…
mientras tu devaneas tu petulancia sentirás,
como tu alma se va rompiendo y ni siquiera
pudiste, darle a tus labios mi beber al amar.
Ingratamente, sufrirás más por mi silencio
Callaré…
porque apenas se me abren los ojos,
y mi voz va perdiendo pausadamente su suavidad,
consumiré mi vida a tu lado y los dos
formaremos parte del infortunio y de la contrariedad.
Callaré…
aunque sabes que no merezco tus ironías,
solo me apetece el silencio y la oscuridad
y quien sabe si… algún día, no muy lejano,
podré ver de nuevo la vida como es en realidad.
Callaré…
sin defender mis opiniones y derechos.
No sé si resistiré verte vagando como un extraño,
y…cuando ya no esté, no podrás quitarme de tu mente
que a sabiendas, me hiciste creer tu engaño.
Resistiré…
callada, a tu lado… hasta que la muerte
venga y me lleve al lugar del silencio más amargo...
Autora
Marisa Prunera