LO TITULÓ
GRACIAS A LA VIDA
La vida es un elixir maravilloso y significa mucho cuando se sabe que de él solo quedan unas cuantas gotas. Pero también vale demasiado poco cuando no se tiene por quien o por qué vivir. Sin embargo, la vida es como un río que transcurre a través de la apacible llanura y, muchas veces, por los accidentados parajes inevitables que le obligan a dejar de ser río para volverse cascada y caer desde las grandes alturas, o un rápido turbulento que destruye todo a su paso para, finalmente, formar un remanso con la tranquilidad que dan los años cumplidos. Se dice que en la vida no hay camino, se hace camino al andar. Eso significa repasar las acciones que se guardan en el alma, porque la vida es un andar peregrino, haciendo el camino que nunca más se ha de volver a pisar. Pero la vida es, a pesar de todo, el más maravilloso presente que se puede tener, porque gracias a la vida es que aprendimos a conocer y amar a todas las personas que nos han formado hasta este momento. Nuestros padres, procreadores de la continuidad de la existencia, nuestras amistades, generadoras de los mejores momentos que conservamos fielmente en el baúl de los recuerdos, y aquellas otras personas que sin conocernos realmente, cuando estuvimos a punto de caer al abismo, nos tendieron la mano desinteresadamente para ayudarnos a comenzar de nuevo. Por eso, cada día que comienza, le agradezco a Dios por la vida concedida y por el milagro de cada atardecer. Y entre los acontecimientos más maravillosos está el haberte conocido a ti, y ser tu amigo Lo escribio un amigo, y lo comparto |