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General: EL RETOI
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Resposta  Mensagem 1 de 2 no assunto 
De: GARDENIA98  (Mensagem original) Enviado: 13/02/2010 23:32
 
 
Al  terminar las vacaciones  e incorporarnos de nuevo
a  las clases en la  Universidad, la mayoría  de los
alumnos  teníamos mucho qué  platicar. Muchos habían
viajado  a diversos lugares y  estaban ansiosos por  narrar
sus  experiencias. Por eso  la excitación era general. 

El  viejo maestro de Sociología  quería imponer silencio  sin lograrlo. Con gran dosis de paciencia intentaba comenzar la clase. “¡Muchachos, guarden silencio! ¡Jóvenes, por favor...!”
Pero  todos ignorábamos la  solicitud y continuábamos   enfrascados en las conversaciones. 

=  NOTA =
Aunque  los protagonistas son
ficticios,  los datos y conceptos
son  reales y valederos.
 “Presten atención porque voy a decir esto una sola vez.”    Y mirando a todos con firmeza agregó: 

“Escuchen: aquí hay alumnos que sobran, y
desgraciadamente  son la mayoría. ¡Entérense!” 

Fue  ahí cuando el maestro perdió la paciencia  y nos habló como nunca lo habíamos  oído antes. Elevando notable-mente el tono  de su voz dijo con inusitada fuerza:
 
Un  espeso y pesado silencio  reinó de pronto en todo el salón. Luego el profesor continuó...

Miren,  jóvenes: desde que  comecé a enseñar,  hace ya muchos años,  descubrí que nosotros  los profesores trabajamos  solamente para un 5%  de los alumnos. 
En todos estos años he observado que de cada cien alumnos, apenas cinco son los que realmente valen la pena hacer el esfuerzo para educarlos, esos que juga-rán un papel importante en la vida, destacarán en su medio y harán alguna aportación al mundo.

Desgraciadamente  esta es la pura  verdad.
 
Así  es. De un grupo  de cien, apenas cinco se convierten en ciudadanos destacados, dirigentes respetables y profesionistas brillantes, contribuyendo así en forma significativa a mejorar la calidad de vida
de  su comunidad y de  sus semejantes. 

El  resto son solamente  los ladrillos de la  construcción,  el material  de relleno o de  desecho, si queremos  ser   más exactos  y llamarlos así. Ese  otro 95% sirve sólo   para hacer volumen;  son mediocres y pasan  por la vida sin dejar rastro ni huella, nada firme ni trascendente.  

Perdonen,  pero esa es la  realidad.

Lo  interesante es que este  porcentaje vale también para todos, incluyendo a los maestros mismos. Si ustedes observan bien notarán que de cien profesores apenas cinco son aquellos que marcan la diferencia. 

Igualmente  de cien camareros, apenas  cinco son excelentes;  y de cien choferes...  de cien sastres... de  cien barberos... apenas  cinco son verdaderos  y auténtica-mente profesionales.  Y podría generalizarse  más: Ciertamente de  cien personas apenas  cinco son verdaderamente especiales.
 
Es  una lástima no tener  la forma de separar  este cinco por ciento  del resto, pues si  eso fuera posible dejaría  yo en este salón  a los escasos alumnos  especiales que tienen  interés por aprender,  y mandaría a los  demás afuera. 

Entonces tendría aquí el silencio necesario para dar una buena clase a los que quisieran aprovecharla y dormiría tranquilo sabiendo que había invertido mi tiempo y mi esfuerzo en los mejores alumnos, y que estos multi- plicarían con creces el producto de ese esfuerzo.
 
Pero  desgraciadamente no hay  forma de saber cuáles  de ustedes son esos  alumnos. Nadie puede saberlo. Sólo el tiempo será capaz de revelarlo. Por lo tanto tendré que conformarme con intentar impartir mi clase a esos alumnos especiales que deben estar presentes entre ustedes,
a  pesar del desorden que  está ocasionando el  resto. 

Claro  que cada uno de  ustedes siempre puede elegir a cuál grupo desea pertenecer. ¿En cuál quieren estar? ¿Quién está realmente interesado en aprender y quién no? ¿Y a quién de ustedes le gustaría ser clasificado como parte del grupo
que  ya describimos? 

Malecón  de La Paz
Espero  que haya quedado bien  claro. Anden, mírense  unos a otros y  piénsenlo. Ustedes deciden.

¿Cuál camino quieren tomar?
No  es necesario describir  el silencio que se  hizo en la clase  y quedó flotando
  espesamente en el ambiente. 

El  nivel de atención que el maestro consiguió después de aquel discurso fue impactante.
¡Fue como una bomba!
El  reto nos conmovió a  todos, puedo decirlo,  pues despues de ese  momento nuestro curso  tuvo un giro asombroso.  Los alumnos tuvieron  un comportamiento ejemplar  no sólo en esa  clase sino en todas  las demás
Hoy  no recuerdo ya muchas  cosas de esas clases
de  sociología, pero el  reto del profesor nunca
lo  olvidé. Me parece estarlo viendo todavía
ahí  de pie, erguido frente  a nosotros,
disparando  sus palabras como
certeras  flechas directas
a  nuestra mente.

¡Qué gran lección
Para  mi, aquel maestro pertenece  a ese grupo
del  5% que marcó la  diferencia en mi vida.
De hecho, muy dentro de mi percibí, como una luz,
que  él tenía razón, y  desde entonces he hecho  todo
lo  posible, aun en momentos  difíciles, para procurar
estar  en ese privilegiado  y escaso grupo del  5%. 

Han  pasado ya muchos años  desde entonces, pero
todavía  hoy medito acerca de  esas sabias palabras.

Pero  como él lo dijo,  no hay forma de  saber si estamos
o  no estamos incorporados,  y sólo el tiempo
dirá  a cuál pertenecemoS
Lo  que hay que destacar  y aprender de esta  historia es esta conclusión:  si no intentamos ser  especiales en todo lo  que hacemos; si no  desplegamos nuestro máximo  esfuerzo; si no intentamos  hacer lo mejor posible  y utilizar nuestra máxima  capacidad, seguramente formaremos  parte de ese tumulto  informe de que están  compuestas las multitudes.

Universidad  de Utah
¿Queremos formar parte de esa mediocre mayoría... o queremos ser parte de los privilegiados que mueven al mundo?
 
 

 


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Resposta  Mensagem 2 de 2 no assunto 
De: Marcu Enviado: 14/02/2010 00:26
Es un articulo muy bueno y cierto, gracias Gardemia


 
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