MENSAJE EN UN BOTELLA
Publicado el 07/02/2010 por Maribel Pont -
Era una tarde tibia y llena de vacío. Ana, fundida entre pensamientos desordenados, paseaba a ras de la orilla, y chapoteaba con sus pies la espumosa bruma marina que acercaba hacia la arena. Ana se sentó en un suspiro, y dejo que el mar le bañara los tobillos, aunque el agua estaba fría, la sensación era placentera y, recogiendo sus rodillas decidió espiar el horizonte. Entonces avistó algo que destellaba haces de luz y que se bamboleaba entre las olas, irguió su barbilla y ajusto la visión para descubrir que se acercaba hacia ella un recipiente de vidrio y, en su interior un papel curiosamente doblado. pronto su curiosidad se vio sacudida por un mar de especulaciones y emocionada comenzó a deducir que se podría esconder en aquella misteriosa nota:
¿Y si se tratara de un joven enamorado que le envía una nota a su amor? Oh.. Eso sería súper bonito y romántico; no como mi Serafín que no tiene ningún detalle conmigo. Y si realmente es un hombre perdido en una isla, incomunicado no puede llegar a su cita y hace lo posible por no defraudar a su amor.. Serafín, nunca haría eso, hasta por un partido de fútbol suplantaría mi presencia.. ¡Ay, que emoción! No gozo abrir la botella.
Ana atrapó aquel recipiente, impaciente e inquieta lo acaricio como si en su interior se hallara un tesoro escondido. Agarro el corcho que la taponaba y tras retirarlo con suavidad, sacudió la botella hasta que el papelito asomó la cabeza, formó una pinza con sus dedos y extrajo la misteriosa nota, con manos temblorosas desplegó todos los pliegues, y cerró los ojos aguantando una vez más la curiosidad. A simple vista el mensaje era muy corto, y ansiosa leyó la inscripción:
“ Ana soy Serafín, llámame que no tengo saldo”
Por distintos motivos, la relación entre Ana y Serafín finalizo, Serafín aún espera la llamada..