Gracias, Améscoa.
Era el mar como un espejo. Dicen que hay días en
los que es así el mar. No sé. Será. Habrá. Desde
la ventana yo no veo el mar. Veo el Gorbea.
Aun siendo mayo un mes que todos los años viene
con sus días, ninguno ha sido como aquel. Ni mes
ni día.
Único, irrepetible. Inolvidable. Aquel.
No son las voces, no es la melodía. Es la letra.
Es aquel día. Era mayo.