Amar sin dejar de quererme a mí misma
Amarte sin dejar de quererme a mi misma. Cada día disfruto de una nueva aventura a tu lado me acerco a ti sin perder mi propia esencia, soy consciente de que cuando te amo más me autorespeto, contigo aprendí a no negociar mis principios.
En una tarde cálida de invierno a tu lado aprendí que el amor SE SIENTE, SE PIENSA Y SE ACTUA. Al despertar cada mañana te tengo presente en mis pensamientos, te amo con mi cerebro no con mi corazón. Tu amor ese que incluye pasión, amistad y ternura no llegó de improviso, antes existió la voluntad de amarte. A mis 50 años comprendí que en el amor “no todo vale” que la felicidad estuvo siempre dentro de mi, ahora me río cuando pienso en como el gato persigue su cola que le inspira felicidad girando y girando sin ser consciente de que la cola siempre va con el vaya donde vaya.
Carmela Espinosa
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