Los cazadores nunca han sido mi tipo. No me gusta nadie que mate animales, ni los haga sufrir. Menos aún cuando el ejercicio de la lucha se hace en desigualdad de condiciones. Lo siento por mi admirado Miguel Delibes, que aunque me gusta su forma de escribir, no comparto sus aficiones. Aunque ocupe el sillón en la RAE. No quita una cosa para la otra.
Lo más curioso de todo resulta el comportamiento y el lenguaje de los cazadores cuando se encuentran en su hábitat. Por ejemplo, te encuentras a un cazador por la calle vestido de gris y te saluda con un afectuoso "Hola qué tal", pero si te lo encuentras en el campo desayunando unas migas, momentos antes de la batida, su saludo es así: "Leche, joder, cómo me alegro de verte, cojones, pedazo de cabrón, que no se te ve nunca, gilipollas".
El jabalí es un animal noble. Con Papaoso una vez estuvimos de excursión por la sierra de alcubierre y lo comprobamos personalmente.
El equipaje que visten los cazadores es digno de carnaval. Me río yo de los carnavales de Cádiz o incluso de los de Río.
Un jabalí podrá presumir de lo que sea, pero nunca de tener buena vista, porque es imposible que pase desapercibido un cazador con los atuendos que viste. Si yo fuera jabalí, creo que moriría del susto al ver al cazador con su vestimenta y sombrero con plumas, antes que del acoso de los perros o disparos. Los cazadores, cambian incluso el lenguaje. Les sucede como a los marinos, que a las cuerdas les llaman cabos, a la derecha estribor y a la izquierda babor.
Por ejemplo: "En el sopié de aquella serraneja, justo detrás de los lentisqueros, al lado de la matorralera, está tu puesto.Entendido?".
Así no hay quien se aclare. Pero llegado el caso, siempre hay que responder que sí, aunque ignoremos el significado de sopié, lentisquera, etc..
El buen cazador no se afeita nunca antes de la jornada de caza, es muy macho y tiene siempre a su alcance vasos sucios para beber lo que sea, aunque le siente fatal. Al término de la jornada su deber es protestar y jamás debe mostrar momentos de júbilo y satisfacción. El mal humor y el despotricar contra todo está muy bien considerado en estos círculos.