Cuando se es el mejor en alguna materia, resulta muy complicado pasar desapercibido.
Cuando se logran tantas cosas en tan pocos años, uno corre el riesgo de despertar envidias y ser el punto de mira de los mediocres.
Sin ser muy aficionado he disfrutado del juego de los grandes. Kubala, (inigualable), Di Estefano, Iríbar, Marcelino, Kruyff (un fuera de serie) de los antiguos, y más recientemente, Ronaldiño (similar al anterior), Ronaldo (fue sensacional hasta que el capricho del destino lo apartó de nuestra liga), Zidane ( a pesar de ser francés era un genio), y algunos más que ahora se me escapan......, pero en la actualidad hay uno que, con gran diferencia, destaca sobre todos los demás contemporáneos.
Es Cristiano Ronaldo. Para mí un fenómeno del nivel de los anteriormente citados o incluso más si cabe. Es un espectáculo verle jugar, aunque no te guste el fútbol, como es mi caso. Sin embargo, despierta la envidia y hace aflorar la rabia e impotencia de muchos mediocres que compiten con él.
Hay uno llamado Nivaldo, brasileño por más señas, que sabe de fútbol lo mismo que yo de la fauna de los patos malvasías. O sea, nada. No comprendo cómo un jugador de esas características puede militar en las filas de un equipo modesto como el Valladolid, pero de primera división al fin y al cabo. Personajes como el tal Nivaldo, no son merecedores de jugar en la misma liga ni en el mismo nivel que Cristiano Ronaldo. Además de porque no está cualificado ni preparado,no tiene actitudes ni aptitudes, ni me temo que por mucho que entrene las tenga nunca. Tiene mala fe. Lo demuestra a menudo en los encuentros que intenta jugar los domingos o sábados.
Este muchacho es un peligro para todos, pero en especial para Cristiano Ronaldo.
Lo mejor sería que lo regresaran a su Brasil natal y nos lo cambiaran por otro. Porque Brasil es cuna de grandes futbolistas y de buenas personas y no nos merecemos que nos hayan traido semejante personaje. Además es feo.