Cuatro esquinitas tiene mi cama,
cuatro ángeles me acompañan,
dos a los pies, dos a la cabecera
y la Virgen María es mi compañera,
ella me dice duerme y reposa
no tengas miedo de ninguna mala cosa.
Con Dios me acuesto,
con Dios me levanto
con la Virgen María
y el Espíritu Santo.
De pronto ¡¡¡plaff!!! la cama que se ha hundido,
claro, no ha podido soportar tanto peso......