Tras la resaca vacacional de esta Semana Santa, y aún bajo los efluvios de la somnolencia, quiero ser el primero en felicitar a nuestro admirado Papaoso.
Espero que haya disfrutado tanto como yo de estos días de absueto, haya perfeccionado aún más si cabe, sus artes culinarias y haya gozado con la compañía de su hijo y su mujer en su palacete recién restaurado junto al campo de golf. Así mismo, también espero me invite en los próximos días, aunque sean laborables a una escapada y hagamos ambos una barbacoa, de la que haremos fotos para dar fe al resto del grupo.
Un cinco de abril de hace algunos años (no tantos), nació nuestro ilustre personaje, bajo la protección del manto de la Virgen del Pilar.
MUCHAS FELICIDADES PAPAOSO...Y GRACIAS POR SER MI AMIGO.
Voy con un día de adelanto para que nadie se me adelante. (valga la redundancia).