Durante esta semana Santa, he aprovechado para reflexionar sobre mi vida y el rumbo que ésta ha tomado.
En una de mis meditaciones transcendentales llegué a conectar diréctamente con Dios, y aproveché para mantener la siguiente conversación:
PapaOso: ¿Dios?
Dios: ¿ Si?
PapaOso: ¿Puedo preguntarte algo?
Dios: Por supuesto!
PapaOso: qué es para ti un millón de años?
Dios: Un segundo
PapaOso: Y un millón de euros?
Dios: un céntimo
PapaOso: Dios .... podrías darme un céntimo?
Dios: Espera un segundo
Y en ello estoy.