Como en un cuento de hadas, Waris Dirie, nacida en Somalia en una familia de pastores nómadas, se convirtió en una de las modelos más solicitadas de la época. Recorrió un camino fascinante hasta pisar las pasarelas más famosas y ser portada de las mejores revistas de moda. A los 13 años huyó de una boda de conveniencia y anduvo días por el desierto antes de llegar a Mogadiscio, capital de Somalia. Allí, sus parientes la mandaron a trabajar como criada a la Embajada de su país en Londres, donde pasó la adolescencia sin saber leer ni escribir. Antes de volver a un país destrozado por la guerra, prefirió permanecer ilegalmente en Londres donde conoció a Marilyn y se hicieron amigas íntimas. Mientras trabajaba en un restaurante de comida rápida, fue descubierta por el famoso fotógrafo Terry Donaldson.