Kimax. fallece y, obviamente, va al infierno. Allí le recibe el diablo quien, después de darle la bienvenida, le comunica que ya se encuentran allí muchos de sus amigos, como quiere que el infierno se estaba quedando pequeño la solución era que saliera del mismo alguien con menos pecados que él.
Asi que el Diablo le permite a Kimax elegir el tipo de castigo que sufrirá durante toda la eternidad.
Dicho esto, Kimax, fué conducido por el diablo a la primera sala de torturas en la cual vió como Bin Laden esta siendo azotado con cadenas.
"Llévame a la siguiente sala", balbuceó Kimax al diablo, todavía conmocionado por lo que acababa de presenciar.
En la siguiente sala vió con estupor a Roldán, colgado de los brazos, siendo flagelado con un látigo con puntas de hierro.
Kimax. casi sin habla, sacudió la cabeza en signo negativo y el diablo le llevó a la tercera sala en la cual encontró a Zapatero, sujetado con argollas a la pared y totalmente desnudo. Una mujer escultural le estaba practicando sexo oral. Sin poder contener las lágrimas, Kimax no dudó un instante y exclamó: "Si, si, aquí es por dónde quiero purgar mis pecados".
El diablo le preguntó: "¿Estás seguro Kimax? Te recuerdo que esto va a durar toda la eternidad".
"Si, si, estoy completamente seguro. Es aquí donde quiero estar", respondió Kimax con emoción mientras intentaba sonreir a Zapatero sin que éste se percatara de su presencia. "Bueno", dijo el demonio encogiéndose de hombros. "Allá tú".
Dicho ésto se encaminó hacia donde estaba la hermosa rubia, le tocó el hombro y le dijo:
"Te puedes ir. Llegó el relevo".