Nathan Eagle, un profesor de ciencias sociales e ingeniería que trabaja para el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ha demostrado que
el desarrollo económico de una región está directamente relacionado con la diversidad de las relaciones sociales de sus ciudadanos. En otras palabras, cuando más diversa sea la red social de una persona, más oportunidades sociales y económicas tiene. Y más contribuye a las oportunidades de su entorno.
Según revelan hoy los investigadores en la revista
Science, para llegar a esta conclusión combinaron los registros de comunicaciones telefónicas del Reino Unido con una información detallada sobre las condiciones económicas regionales. Con esa base de datos investigaron las redes sociales de sus habitantes teniendo en cuenta parámetros como los ingresos, el empleo, la educación, la salud, el crimen, la vivienda y la calidad ambiental. De esta forma confirmaron que las oportunidades económicas provienen, con más probabilidades, de los contactos fuera de un grupo reducido y estrecho de amigos locales.
"Las redes sociales forman la columna vertebral de la vida social y económica", señala el artículo. Los autores advirtieron de que no puede establecerse claramente la relación causal, es decir que no está claro si los vínculos personales más diversos proporcionan más oportunidades económicas y sociales, o si son éstas las que estimulan los vínculos más diversos. Pero sí está claro que
la diversidad de las redes sociales de los miembros de una comunidad es responsable en gran medida de su desarrollo económico global.