El mensaje definitivamente aplica a todas las personas, sobre todo madres, que muchas veces sienten que su más ardua misión, aquella de ser esposas y madres, no es reconocida. Aquellas que día tras día velamos por tanto y tantos en los pequeños detalles de la vida y muchas veces nos sentimos invisibles justamente para aquellos a quienes más queremos y a quienes nos dedicamos más.
Es verdad amiga que muchas veces en la vida nos sentimos invisibles porque no nos reconocen nuestro merito,en cualquier cosa que hacemos,y es cierto que los trabajadores de las catedrales no pudieron ver sus obras terminadas,aunque hay estan para nuestra admiracion, un recuerdo para todos ellos