Ya finalizado el período de vacación, y quitados los primeros embites propios tras un mes de ausencia, regresamos al tajo. No ha ocurrido ningún milagro. Sigue igual o en todo caso ha empeorado el nivel de ventas.
Ya pasará la tormenta.
Sin embargo, cuando la melancolía otoñal quiere hacernos mella, descubrimos que tenemos las dos herramientas más importantes para sobrellevarla: Salud y buen humor.
Lo demás viene solo....
He leído paneles desde muy atrás para ponerme un poco al día, y veo que hemos aumentado la familia, y he visto también comentarios divertidos que habéis escrito, si bien, no puedo responder a todos por razones obvias.
Espero que le déis un toque serio de atención a Papaoso. Un participante de su peso (nunca mejor dicho), no puede permitirse tanto tiempo de ausencia, sin deleitarnos con sus guisos o sus ocurrencias. Sus palabras, siempre repletas de talento que nos abren los ojos y nos invitan a la meditación siempre son bien recibidas.
Ruego pues, encarecidamente, tome nota la administración del grupo, y le imponga algún correctivo ejemplar. A ver si escarmienta. El caso que no lo veo ni por su lugar de trabajo.
Como he ganado unos kilitos, ahora, en los atardecielos otoñales, me dedico a hacer un poco de ejercicio por las orillas del Ebro, entre tamarices y maleza fluvial.
Todo tiene una explicación y de vez en cuando hay que quitarse la careta y confesar la verdad. La explicacióon no es otra que, que se acercan las fiestas del Pilar y quiero estar hecho un figurín.
Pues nada, besos y abrazos a todos menos a uno.