NO ME DESTIERRES DE TU AMOR
No podría dormir sobre la noche,
si mis ansias, que conocen tu alma
y tu cuerpo florecido,
las perdieran para siempre.
Como ahora, que soy en ti,
el que puebla y ordena...
déjame ser como ahora
que me alegro en descansar
sobre tu piel
mi ardiente sueño...
Y hundir mis manos en tu cuerpo de seda
como estrella que hunde su luz dentro del agua.
Tú,
que eres la ciega palpitación de mis tinieblas,
recibe dulcemente esta acogida,
que yo no fuera yo por ser mis manos
y no vieran mis ojos sino por tu mirada.
Pero mis palabras no dan para este canto.
Son flacas como hojas amarillas,
como culebras argentadas se resbalan.
No llegan a ser la burbuja trasparente
de una playa,
no son un pie desnudo
y mi pensamiento
el zapato que las calza.
Son lejanas... lejanas.
Son pequeño límite que anhelo,
están en el fondo del pozo en la garganta,
al borde de mis labios
y no estallan!
Federico Garcia Lorca