No hacer nada es fácil. Sin embargo lo más fácil no siempre es lo mejor. Tener la esperanza de lograr el mejor resultado es fácil. Alcanzarlo a menudo requiere decisiones difíciles y hasta dolorosas, acciones y compromisos consistentes y tangibles. Criticar lo que hacen los demás es fácil, en especial cuando se hace retrospectivamente, o especular respecto de lo que debería haber sido hecho. Pero nunca se ha conseguido nada limitándose a criticar o especular. Los logros son para aquellos que están dispuestos a poner ellos mismos manos a la obra. El mundo se mueve gracias a aquellas personas que se animan a hacer lo correcto y lo mejor, en lugar de tan sólo lo que es más fácil. Tomar el camino sencillo puede llevar a menudo a resultados que no son tan fáciles de implementar. No hacer nada es fácil de justificar y de poner en práctica, pero en el largo plazo termina convirtiéndose en una forma agotadora y complicada de vivir. Toma tus decisiones basándote no en lo que resulte fácil sino en lo que sea mejor, y haz lo que sabes que debes hacer. Esa es la mejor estrategia para llevarte adonde realmente deseas llegar.
A/D
Fondo Estrellita
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