Muchas personas están excesivamente apegadas porque suelen tomarse la vida, las situaciones o las personas con excesiva seriedad. Estas personas tienden a tomárselo todo por lo trágico.
Para liberarse de ello deberían cultivar una actitud más suelta, más serena y más impersonal.
Se trata de aprender a observar la comedia humana desde arriba, sin participar en ella demasiado emocionalmente, como si la vida del mundo fuera una mera representación teatral en la cual cada uno tiene su propio papel.
Debemos interpretar nuestra parte de la mejor forma posible, pero sin llegar a identificarnos del todo con el personaje.
Una de las concepciones hindúes más profundas y geniales es la 'Danza Cósmica' de Shiva, deidad que representa uno de los tres aspectos del Supremo.
Podemos resumirla del siguiente modo:
La danza de Shiva tiene un triple significado: Primero está la imagen de su juego rítmico, que simboliza el movimiento del Cosmos; después el objetivo de esta danza, que es liberar a las innumerables almas humanas de la esclavitud de las ilusiones; expresa, finalmente, que el lugar de la danza — el Centro del Universo — está en nuestro corazón.
Observando y viviendo la vida de esta forma tan elevada y con esta libertad, nos damos cuenta de que si bien ésta tiene sus lados serios, duros y dolorosos, también posee vertientes alegres, amenas y luminosas, así como toda una serie de aspectos cómicos y graciosos.
Estos constituyen el justo y necesario contrapeso y equilibrio de aquellos.
El arte de vivir consiste en saber alternar oportunamente los distintos elementos y actitudes; hacerlo así está en nuestras manos en mucha mayor medida de lo que creemos.
Un arma valiosísima para este fin es el humorismo, cuya vertiente mejor y más elevada lejos de ser una vulgar comicidad superficial, está llena de sentimiento.
Este tipo de humor implica comprensión, simpatía y compasión desinteresada.
Roberto Assagioli - Ser Transpersonal