No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas
No olvides que tu eres único y que lo que tu hagas o dejes de hacer esa será la huella que quedará de ti.
Como quisiera que mis palabras fueran mágicas y que al pronunciarlas, fueran como un conjuro que obrara maravillas.
Que borrara, por ejemplo, esa tristeza de tu rostro; que restituyeran, todas tus ilusiones perdidas, durante el camino.
Que sanaran todos los arañazos de tu corazón; que las garras de la ingratitud y la desilusión, le han dejado marcados.
Que restablecieran tu valor, menguado por las cotidianas batallas por preservar tu fe y tu autosuficiencia interior.
Que fueran como caricias y risas, de tus ya lejanos niños, honestas cariñosas y completamente sanas.
D/A