CALLES Y SOMBRAS
Voy sembrado millares de rosales blancos que te aproximen su aroma en las distancias, y en el dolor silenciado en sus fragancias se vuelva en unidad lo que está estanco.
Siguen mis pasos un camino sin sendero, por calles transitadas en sombras de un ocaso y aferrada tu imagen vacía de mi brazo, hiere como puñal con su templado acero.
Al ser ausencia la presencia que acompaña, en una imagen sin imagen revivida, no cesa de sangrar el alma por su herida y al cristalino amor el frío empaña.
Voy caminando un camino sin camino, haciendo senda del sendero transitado, y sin el brazo que a mi brazo iba tomado no encuetro su horizonte a mi destino.
De tu ausencia, tu presencia me ha dejado: Espinas de rosales sin olvidos.
Audroc
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