"Nuestro drama es que no aprendemos nada de la naturaleza. Sacamos todo de la Tierra y no le devolvemos nada, ni siquiera tiempo para descansar y regenerarse. Sólo recibimos y nada damos. Esta falta de reciprocidad ha llevado a la Tierra al desequilibrio actual.
Urge por lo tanto incorporar de forma vigorosa la economía de los bienes espirituales a la economía de los bienes materiales. Sólo así restableceremos la reciprocidad del dar y del recibir. Habría menos opulencia en las manos de pocos y los muchos pobres dejarían de ser carentes y podrían sentarse a la mesa comiendo y bebiendo del fruto de su trabajo. Tiene más sentido compartir que acumular, reforzar el vivir bien de todos que buscar avaramente el bien particular. ¿Qué nos llevamos de la Tierra? Solamente bienes del capital espiritual. El capital material se queda.
Lo verdaderamente importante es dar, dar… y otra vez dar. Solo así se recibe. Y se comprueba la verdad franciscana según la cual «es dando como se recibe» ininterrumpidamente amor, reconocimiento y perdón. Fuera de esto, todo es comercio y feria de vanidades. "
http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=421
Leonardo Boff