Aún sigo sin poder reaccionar ante semejante traición. Después de varios días de ilusión callada y sueño acariciado…….descubro que no significo nada para ti, y haces públicas mis confidencias más íntimas.

Lo cierto es que esto te lo envié, inspirándome en un amigo, de cuyo nombre no quiero acordarme. Pero daré pistas: P....so

A mí jamás me hubiera pasado eso. Soy persona atlética, y acostumbrada a los ajetreos propios de gimnasios. Golpe bajo el tuyo, Amapola. Espero que no cuentes también lo nuestro de anoche…..porque lo negaré todo. Después de todo Pedro negó tres veces a Jesús y alcanzó la santidad.

En realidad se trataba de Papaoso que se enamoró perdidamente de Vanesa. Se apuntó al gimnasio, y casi no lo cuenta. Hay amores que matan.  Sin embargo tiene mérito nuestro amigo. En un arranque literario llegó incluso a escribirle a Vanesa algunos versos. Concretamente uno que recuerdo le decía así:

“Cuando sea bebé nuestro heredero

y duerma en tu regazo, arrebolado

yo le diré orgulloso y altanero

sólo por ti a tu madre yo he tocado.”

Quiso Papaoso decir que sólo para procrear  se presta al sexo, y que es un respetuoso enamorado.  Sin embargo de nada le sirvió. Debéis de saber que a Vanessa, en el gimnasio la llamábamos “la interpol”, porque en sus pechos tenía las huellas de todos los socios.