PINOCHO
Gepetto, el viejo carpintero,
deseaba que su última creacción, “Pinocho”,
una bonita marioneta de madera,
pudiera convertirse en un niño de verdad.
El Hada Azul le concedió el deseo,
no sin antes advertir a Pinocho
que para ser un niño de verdad,
debería demostrar que era generoso,
obediente y sincero.
Pepito Grillo le ayudaría en esta labor,
él sería su conciencia.
Los días siguientes, en vez de ir al colegio,
Pinocho se verá envuelto en una serie de malas aventuras
llenas de desobediencias y mentiras.
Pero en el fondo Pinocho
tiene un buen corazón y gracias a Pepito Grillo
se dará cuenta de todos sus errores.
Al fin Gepetto consigue su anhelado deseo,
que Pinocho se convierta en niño
y Pinocho no vuelve a ser desobediente
ni a portarse mal,
ni a decir mentiras.
de una comu amiga
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