Entrar a la vida, y sentirse vivo en las pasiones y también en la espera…
En los aciertos y en los desaciertos…
En el éxito y en el fracaso…
Muchos escapan cuando llega el momento de entrar… la puerta siempre está frente a nuestros ojos sólo que es mejor por conveniencia quedarse detenido y no abrirla…
¿Por qué digo por Conveniencia?
Porque cuando pensamos en lo que vivimos, cuando algo no resultó como esperamos, cuando nos pegaron justo en el corazón y el sacudón nos dejó debilitados… es preferible cuidarnos y resguardarnos antes de volver a intentarlo… y entonces paraditos ahí, firmes nos decimos: Mejor no me arriesgo de nuevo… y si vuelvo a sufrir? y si pasa lo mismo?
Y qué grave error porque sólo aprenden a vivir aquellos que se entregan sin temor, que se animan a entrar a la vida reconociendo que al pasar esa puerta serán los verdaderos protagonistas de esa historia.
Entra… Vive… Renace… Levántate…
Todo es posible!!!
Desconozco su autor