Sólo por hoy intentaré vivir el día de hoy, sin esperar resolver los problemas de mi vida en un momento. Puedo proponerme hacer algo que me espantaría, si creyera tener que seguir haciéndolo toda la vida.
Sólo por hoy intentaré ser feliz, sabiendo que mi felicidad no depende de lo que los demás hacen o dicen, o de lo que ocurre a mí alrededor. La felicidad es el resultado de estar en paz conmigo mismo.
Sólo por hoy trataré de adaptarme a la realidad de las cosas, sin tratar de adaptarlo todo mis propios deseos. Aceptaré tal cual son a mi familia, amigos, negocios y circunstancias.
Sólo por hoy cuidaré mi salud física, ejercitaré mi mente, y leeré algo espiritual.
Sólo por hoy haré una buena acción sin esperar recompensa y sin que nadie lo sepa. Si alguien lo averigua, no valdrá. Haré al menos una cosa que no quiera hacer. No le demostrare a nadie que mis sentimientos han sido heridos, puedo estarlo, pero no lo demostrare.
Sólo por hoy seré amable con los demás. Seré considerado, hablaré en voz baja, y cuidaré de mi aspecto exterior. No hare critica alguna, ni buscaré faltas a nadie, y trataré de no superar ni dirigir a nadie más que a mí mismo.
Sólo por hoy tendré un programa a seguir. Puede que no lo siga con exactitud, pero lo tendré. Esto me librará de dos plagas: la prisa y la indecisión.
Sólo por hoy dejare de decirme, “Si tuviera tiempo”. Nunca habrá tiempo suficiente para nada. Si quiero tiempo, tengo que cogerlo.
Solo por hoy tendré unos momentos de meditación en los cuales pensaré en mi Poder Superior, en mí, y en los que me rodean. Me relajaré y buscaré la verdad.
Sólo por hoy no tendré miedo. En particular, no tendré miedo de ser feliz, de disfrutar de lo que es bello, y creer que del mundo he de recibir de acuerdo a lo que le dé.
Sólo por hoy no me compararé con otros. Me aceptaré tal cual soy y viviré como mejor pueda.
Sólo por hoy elijo creer que puedo vivir el día de hoy.
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