Veneraba a su marido pero enseñaba las garras contra los grandes del mundo que no le caían bien: las confidencias de Jacqueline Kennedy son publicadas el miércoles en Estados Unidos 47 años después de haber sido grabadas.
Nueva York. Estados Unidos. AFP.-
El historiador Arthur Schlesinger Jr. grabó más de ocho horas de conversaciones con la viuda de John F. Kennedy cuatro meses después del asesinato del entonces presidente estadounidense en noviembre de 1963 en Dallas. Ella tenía en ese entonces 34 años.
De las cintas, queda la certeza de que Jackie tenía una adoración sin límites por su marido. “Era la persona más descontracturada que vi en mi vida”, dice.
Jacqueline habla de un padre afectuoso que le había enseñado a nadar a su hija Caroline, un apasionado lector que se pasaba el tiempo con un libro en la mano, un presidente que hacía la siesta en la Casa Blanca en pijama y un católico que realizaba su oración diaria en tres segundos.
Doce años menos que su marido, admite que sus opiniones políticas eran las de él. “¿Cómo podría tener opiniones políticas? Las suyas eran mejores”, admite.
Las grabaciones fueron hechas públicas por iniciativa de Caroline Kennedy, en ocasión del 50 aniversario de la llegada de su padre a la Casa Blanca, y son objeto del libro “Jacqueline Kennedy: Hictoric Conversations on Life with John F. Kennedy”.
Con su voz lenta y un poco infantil, no muy conocida por sus escasas apariciones en público, Jacqueline habla de un casamiento “terriblemente victoriano o asiático”, en el cual su objetivo era el de “crear un clima de afecto, confort y distensión cuando él volvía a casa” y garantizar que los niños “estuviesen de buen humor”.
“Creo que una mujer debe adaptarse, especialmente si se casa muy joven”, explica la viuda de JFK, que en ningún momento de las entrevistas menciona las aventuras extraconyugales de su marido.
Caroline reconoció el miércoles en el canal de televisión ABC que esta visión de la mujer había “horrorizado” a sus dos hijas. “Se trata de una inmersión en un mundo que apenas reconozco”, agregó.
Jackie Kennedy no quería al general Charles de Gaulle, a quien consideraba “desagradable”, ni a los franceses, a quienes veía como egoístas.
“De Gaulle era mi héroe cuando me casé con Jack”, dijo. Pero de hecho, “él era realmente desagradable”, precisó al recordar su visita a Francia en mayo de 1961 con su esposo.
Pero de Gaulle no era la única personalidad política que fue blanco de sus críticas.
Jackie afirmó que Indira Ghandi, futura primer ministra de India, era una mujer “amarga, arribista y horrible”, y tampoco ocultó sus dudas sobre Martin Luther King, sobre quien ella recordó haberle dicho a su marido que era un “falso”.
En las entrevistas también cuenta que JFK, que se preparaba para buscar un segundo mandato, estaba “preocupado por el país” en caso de que su vicepresidente, Lyndon Johnson, le sucediera, lo que finalmente ocurrió tras su asesinato.
Jackie dice además que vio llorar a su marido cuando éste supo del desastre de la Bahía de los Cochinos, en 1961, tres meses después de haber llegado al poder.
La viuda de Kennedy admite haber pedido a su esposo que la dejara quedarse con él y sus dos hijos, independientemente de lo que pasara, cuando se vislumbraba la posibilidad de un enfrentamiento nuclear con la Unión Soviética.
“Por favor, no me envíes a ninguna parte. Si algo pasa, todos vamos a estar aquí contigo (…). Solo quiero estar contigo, y quiero morir contigo, y así lo quieren los niños, más bien que vivir sin ti”, le dijo...