Pocas cosas hay tan difíciles de superar como un martes, casi amaneceres de semana, sin desayunar.
Pero así es Grulla. Cada cual es como es y contra eso no se puede luchar.
Que Grulla decide dejarnos en ayunas....pues ¡hala!, todos a dieta. Menos mal que tengo reservas; cada día voy ganando unos gramos. Deporte hago regularmente. Para mí que me engorda porque cuanto más deporte hago más gordo me veo. Algo falla. A mi amigo le pasa parecido. Pesa 120 kilos y dice que cree que está anoréxico, porque siempre que se mira en el espejo se ve gordo, y eso sólo les pasa a los anoréxicos.
En fin Grullita, hoy a dieta.