La Mansión Winchester, próxima a San José, California, es quizá la más extravagante jamás construida.
La señora Sara Winchester estaba convencida que si dejaba de añadir habitaciones a su casa, moriría. De modo que la construcción prosiguió cada día durante 38 años.
La mansión contiene 2.000 puertas y 10.000 ventanas, muchas de las cuales dan a paredes ciegas, y escaleras que no llevan a ningún sitio.
La casa, de 8 pisos, tiene 48 chimeneas y miles de pasadizos secretos y corredores. Cuando murió la señora Winchester, en 1922, a la edad de 85 años, su mansión contenía 160 cuartos y cubría más de 3 hectáreas de terreno.