Un avión de la compañía española Vueling, que cubría el trayecto entre Málaga y Amsterdam, ha sido interceptado por dos cazas F-16 enviado por el ministerio de Defensa holandés, ante la sospecha de que podría llevar rehenes a bordo.
El avión transportaba a 183 personas y en el momento del aterrizaje fue rodeado por la policía holandesa. El coordinador nacional de lucha contra el terrorismo confirmó la información: «No había contacto con el piloto», y por eso se pensó en un secuestro,indicó.
Un portavoz de Vueling ha desmentido hoy «categóricamente» que un avión de esta compañía aérea que cubría la ruta Málaga-Amsterdam haya sido secuestrado y ha achacado a un «malentendido» con la torre de control del aeropuerto el hecho de que el aparato aterrizara escoltado por dos cazas F-16. La Policía holandesa ha confirmado esta misma versión y ha reconocido que la alarma se ha debido a un «problema de comunicación» con la cabina.
Cuando el avión realizaba la maniobra de aproximación al aeropuerto de Amsterdam surgió un «problema de comunicaciones» que hizo que el contacto entre el aparato y la torre «fallara intermitentemente». La torre de control «ha interpretado entonces que existía un problema de seguridad» y ha activado el protocolo previsto para estos casos.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, canceló en un primer momento su agenda de actos electorales para regresar a La Haya, pero finalmente la ha retomado al confirmarse que no se trataba de un secuestro.
Los pasajeros del vuelo permanecieron cerca de dos horas en el interior del avión a la espera de que se aclarase toda la situación.