Confirman que la risa alimenta el control inmunológico. Sí, la risa, no sólo tiene un efecto a nivel psicológico (disminuye la tensión) sino también a nivel fisiológico (incrementa la respuesta inmunológica).
Mientras que la ira, la depresión y el pesimismo disminuyen la respuesta inmunológica, prolongan el periodo de recuperación e incluso pueden incrementar las posibilidades de muerte; el buen humor contribuirá a provocar lo contrario.
A través de estudios realizados sobre sujetos, antes y después de reírse, se han evidenciado reducciones en las concentraciones de hormonas de la tensión y un incremento en la respuesta inmune.
La relación entre el humor y la salud fue expuesta en el año 1979 por Norman Cousins en el libro “Anatomía de una enfermedad” en donde describe cómo se recuperó de una enfermedad de los tejidos conjuntivos que normalmente suele ser irreversible mediante un tratamiento que incluyó, entre otras terapias, películas cómicas de los hermanos Marx.
No cabe duda la intrínseca interrelación que existe entre cuerpo y mente. Esto es una prueba más de ello.