1.- Me concedo a mí mismo el permiso de estar y de ser quien soy, en lugar de creer
que debo esperar a que otro determine dónde yo debería estar o cómo debería ser.
2.- Me concedo a mí mismo el permiso de sentir lo que siento, en vez de sentir lo que
otros sentirían en mi lugar.
3.- Me concedo a mí mismo el permiso de pensar lo que pienso y también el derecho
de decirlo, si quiero, o de callármelo, si es que así me conviene.
4.- Me concedo a mí mismo el permiso de correr los riesgos que yo decida correr, con
la única condición de aceptar pagar yo mismo los precios de esos riesgos.
5.- Me concedo a mí mismo el permiso de buscar lo que yo creo que necesito del
mundo, en lugar de esperar que alguien más me de el permiso para obtenerlo.
Estos cinco permisos esenciales condicionan nuestro “ser persona”.
“El camino de la Autodependencia”
JORGE BUCAY
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