Ver un desfile siempre es un espectáculo. Si se trata de música rusa, el espectáculo se multiplica.
Es digno de mención el baile típico Prisiadka, cuyo nombre proviene de su propio inventor. Un albañil que hacía ejercicio al terminar su jornada laboral durante la cual pasaba en cuclillas varias horas, y de este modo ejercitaba y desentumecía los músculos.
Un bailarín de Prisiadka, se nota que lo es, por su agilidad al descender de un taxi, por ejemplo
Dicho esto...si alguna vez me pierdo, no me busquéis en Rusia.
Soy más del Caribe y eso...