Hola, Maite. ¿Qué tal?
¿Dónde estáis?, preguntas.
Yo, aquí.
No sé ni puedo saber dónde están los demás.
Creo o me parece que quizás te estás preguntando
a ti misma cuál es la razón o el motivo por el
que la línea de comunicación entre los amigos de
Europa y América se hace, día a día, más delgada.
Chaíto.